Buenos Aires: niños que nacen en una ciudad anciana

Ayer con mucha alegría recibí la noticia del nacimiento del segundo hijo de un amigo de toda la vida. En la tarde del domingo, me acerqué hasta la clínica en donde se econtraban Ceci y Chris, y descubrí la felicidad de padre y madre frente a la nueva vida que comenzaba.
Buenos Aires: Ciudad Anciana
En contraposición con esta alegre novedad de mi grupo de gente cercana, en el diario Perfil leí una noticia sobre la situación contraria: falta de nacimientos y paulatina vejez de nuestra ciudad.
Los datos son los siguientes: las Naciones Unidas consideran que una sociedad está envejeciendo cuando más del 7 por ciento de la misma supera los 60 años. En Buenos Aires el 21, 6 por ciento supera esa edad (uno de cada 5 habitantes). Esa tendencia se repite en todo el país, en donde el 13 por ciento tiene más de 60. Las estadísticas en Buenos Aires varían entre el sur y el norte.
La nota se ocupa de la elección de muchas personas de no tener hijos. En ese sentido, sería interesante pensar sobre el sistema imperante que no ayuda ni ofrece estabilidad de ningún tipo para conformar y agrandar una familia.
Al margen de los datos señalados, el descenso en el crecimiento de la población genera todo tipo de problemas sociales y económicos para toda la sociedad. Por lo tanto, y si se puede, hay que tomar el ejemplo de mi amigo: acción, reproducción y multiplicación. Con responsabilidad, pero con gusto.