Woody Allen y sus miradas sobre la muerte

Soy un admirador de Woody Allen y me gustan mucho sus películas. El domingo pasado fui a ver su última producción, Scoop; y me pareció divertida. No es uno de sus mejores trabajos, pero vale la pena porque el argumento es interesante, los personajes muy simpáticos y nuevamente se ocupa del tema de la muerte.

El gran Woody abordó la temática muerte en muchas de sus películas; y dos de sus mejores trabajos, “Hannah y sus Hermanas” y “Alice” se ocupan especialmente de los misterios de esa certeza final de todo ser humano. En “Hannah…”, el personaje que hace Allen, a lo largo del film vive una profunda angustia a raíz de un vacío existencial, la búsqueda de una explicación religiosa de la vida, y una imaginada posible enfermedad terminal. Las vivencias, los razonamientos y las conclusiones agnósticas del personaje son absolutamente brillantes. En “Alice”, este director presenta un personaje interpretado brillantemente por Mia Farrow quien se cuestiona el éxito, la superficialidad en contraposición con el amor al prójimo y la entrega a una causa justa. Un film magistral que mezcla la vida, la muerte, la música, el amor, las dudas, y por sobre todas las cosas, la magia.

Nuevamente en Scoop está presente la muerte. Pero en esta película, Woody con sus 70 años y a casi veinte de los trabajos antes mencionados, presenta una muerte diferente. En su mirada hay menos angustia; hay una mayor aceptación de ese hecho inexorable y una apreciación más simpática del mismo. Una parca que timonea un barco en la noche, y un montón de pasajeros que conversan simpáticamente en la cubierta sobre temas varios y las razones del deceso es una de las primeras escenas de Scoop. Una película para ver, disfrutar y también reflexionar.

La transformación de los diarios

Hace unas semanas, el periodista español Arsenio Escolar, editor del Diario 20 minutos, ofreció una conferencia en el Congreso de Periodismo Digital de Huesca. Hay varios fragmentos de su exposición que son muy interesantes ya que describen como progresivamente el periódico que encabeza desarrolla una transformación hacia la pantalla en internet. A continuación, transcribo una charla de un medio español con el periodista:

P.- Su medio está experimentando actualmente grandes cambios de organización.
R.- Sí. 20 Minutos en papel es un diario gratuito que tira un millón de ejemplares en 14 ciudades y que hace ya unos años apostó por http://www.20minutos.es . Primero, únicamente volcando los contenidos y después creando un equipo de redacción que atendía 24 horas la actualización de esos contenidos. En septiembre pasado, decidimos fusionar las dos redacciones. Creo que somos el primer periódico español que lo ha hecho. Ya no tengo periodistas que trabajan sólo para el papel o sólo para la web, sino que trabajan indistintamente para los dos soportes. Y en breve habrá más soportes: televisión, alertas de móviles y muchos otros servicios de comunicación. Hemos emprendido un proceso muy interesante que culminó el 29 de enero pasado. Estamos webizando el papel. Sabéis que muchos de los periódicos que tienen las dos versiones, se tiende a guardarse lo mejor que consigue la redacción para la edición impresa del día siguiente. Yo hago lo contrario.

P.- ¿Cómo es el nuevo público objetivo para los medios de comunicación?
R.-Creo que estamos ante un proceso en el que los lectores se están yendo en masa a la pantalla. Los lectores jóvenes sin ni siquiera pasar por el papel, salvo el de los periódicos gratuitos; los veteranos también hacen lo mismo: antes compraban ocho periódicos y ahora consultan quince a través de Internet.

P.- ¿Cómo afectará esto a la profesión?
R.- Creo que como los lectores se están yendo, los anunciantes se van a ir muy pronto. Y los periodistas, aunque no van a abandonar el papel, van a irse también a la pantalla y los de la profesión deben entenderlo.

Fuente:
Entrevista de un medio

Periodista bajo presión

La tarea periodística cuenta con todo tipo de presiones. Pero hay una que se destaca por sobre todas las demás y es la presión que ejerce el dueño del medio de comunicación para que se hable o no se hable de un determinado tema. Seguramente, una presión de la que el periodista empleado no puede escapar y que lo limita.
Justamente sobre este tema opinó hace unos meses el periodista argentino Nelson Castro quien dijo lo siguiente:

-¿Le han sugerido que trate o deje de tratar algún tema en alguna oportunidad?
-Solamente dos veces y dije que no y seguí trabajando. Reconozco que tuve suerte. Hubo dos veces que me pasó y dije: “mire, yo no voy a firmar esto, por las siguientes razones…Y ustedes tienen derecho a ejercer esa opinión editorialmente.” Y lo entendieron. Debe ser un estímulo para la gente joven el intentar por lo menos defender la posición de uno. Hay que intentarlo. Después puede ocurrir que sea si o que sea no. Con esto no me considero con autoridad para ser juez de nadie. Yo lo intenté. Lo importante es que el periodista lo haya intentado.”

Fuente: www.lacrujia.com.ar
Revista La Crujía – Noviembre de 2006